Esta semana ya hemos podido probar bien las sensaciones veraniegas, tan agradables para sus amantes y tan agobiantes para los supervivientes. El verano no es mi mejor época para tomar decisiones, mi rendimiento baja, con el sudor mis revoluciones suben, me dan ganas de arrancarme la piel, no veo salida. Junio es un mes que le temo, por ello muchas veces mis vacaciones fueron en Junio, el sol cae a plomo, calores que ya empiezan a ser fuertes con días eternos. Mirar el calendario y sólo ver calor infinito, lejos queda Noviembre para realmente dejar atrás los sudores y calores. Julio tampoco perdona, siempre con la esperanza de unas tormentas que bajen un poco más de latitud y me refresquen además de darme cielos espectaculares. Agosto agonizando y buscando la mínima brisa fresca con la llegada de más oscuridad. Septiembre traidor, que te puede alargar el verano o traerte tormentas violentas. Octubre cada vez más cálido, con más contraste térmico, pero con un calor tonta y con bastante humedad, semanas tormentosas y otras en las que el verano vuelve con claridad, empiezan los cambios en los árboles y plantas.
Noviembre ya respiro tranquilo, días más cortos y calor que ya no amenaza, primeros fríos que saben tan bien, colores que visten de gala los bosques.
Esta es mi visión personal, desde el punto de vista de alguien que vive en una zona de inviernos templados, aunque para muchos de nosotros lo consideremos frio, es suave en esta latitud. La corriente del Golfo hace que Europa Occidental rara vez sea fría.
En realidad a veces considero que nos falta una estación invernal, puede dura alguna semana, muchas veces es falso frío anticiclonico que se acumula en los valles, fuera de ellos sol y suavidad térmica.
Oficialmente se considera frío cuando las temperaturas medias no exceden de 6°, en mi pueblo teóricamente esto solo sucede en 2 meses, pero hay inviernos como este en que no hemos tenido ningún mes por debajo de 6° de media.
El último mes por debajo de esos 6 grados fue Enero del 2019. Este Enero la media fue de 6,4°.
Eso si este 2020 está resultando muy lluvioso, Febrero fue extremadamente cálido y seco.

Pero ahora toca cambio de chip, adaptarse y sobrevivir a las elevadas temperaturas, aquí siempre ayuda la marinada y unas noches relativamente frescas comparadas con la costa, pero más cálidas que en Castilla donde la ausencia de humedad hace que por las noches la temperatura se desplome con facilidad.

Verano que ofrece campos segados y cielos que se vuelven oscuros por la tarde mirando al norte esperando la tormenta, a veces un arma de doble filo cuando solo llegan los restos de nubes que no dejan refrescar la noche.
