El paso del tiempo ayuda a ver las cosas de manera distinta, te das cuenta que hay cosas que no puedes cambiar, pero vuelves a tener ganas de afrontar tus miedos con la experiencia vivida y el sosiego del tiempo que pasó.
Es buen momento para retomar el camino, incertidumbre general que se camufla fácilmente con la de uno mismo. Miedos y dudas que ahora son más globales, mi instinto quizás ya sabía lo que pasaría.
Tengo claro que esta década viviremos muchos cambios y el rumbo no será exactamente como el de la década pasada.
Retos globales que te imponen para que te sientas responsable sucede, lo cierto es que siempre en parte uno es responsable, pero es como una partida del domino, a veces la fichas solo te dejan una posibilidad.

El miedo no puede durar eternamente, esas tensión te pasa factura. Habrá rebelión si se sigue tensando la cuerda, pero puede que ese tirón es para llevar hacia el nuevo orden a la sociedad. Más control, pero seguirán funcionando los planes B, siempre en la delgada línea roja que ofrece el sistema.

Hablar mucho sin contar nada, el pan de cada día machacando el tema de actualidad, poco a poco siempre hace un hueco en tu consciencia, aunque te creas fuerte y al margen de todo. Se atacan todos los flancos, estrategia de guerra moderna. La manipulación forma parte de nosotros desde que nacemos, es difícil saber como realmente actuaríamos sin la influencia de la sociedad.

Palabras que no acabas de entender, necesitan el momento adecuado para abrir la mente y sentirse protagonista de ellas.
Momentos que la sonrisa sale del alma y te sientes renovado y capaz de todo. Es un estado mental que no puede ser permanente. Disfruta tú momento, sonríe desde dentro, da igual lo que reflejes al exterior porque no podrás contenerte.
