Últimamente no falla a su cita, con el desfile de huracanes Atlánticos y un Mediterráneo cada vez más tropical. Los veranos se alargan y en esa agonía yo también me canso de esperar al ansiado Otoño que ha quedado muy mermado.
Empezamos a normalizar Máximas de 30°e incluso más cerca de 35° en estas fechas. Las borrascas ancladas en el oeste peninsular ayudan al ascenso de la masa de aire africano. Marinadas que ya son más débiles, con noches más largas y un contraste térmico mayor, que en mi zona se acerca a 20° a pesar de aun tener bastante influencia maritima.
Mañana toca previsión, hoy solo son comentarios, además los modelos van muy locos con esta situación y cambian en cada salida.

Ya de por si se respira un ambiente extraño y encima ayuda esta meteorología rara, para contribuir a pensar en un cierto fin de ciclo. Si queremos un nuevo mundo no hay que olvidar de cuidar a la jefa madre Tierra. Siempre tiene que ser una prioridad y no dejarla de excusa para cuando interese.
No son etiquetas la que mejore su estado, hace faltar conciencia y olvidar el dinero. Se puede o no se puede, optimizar los recursos, no fabricar y consumir porque el sistema lo pide, el nuevo sistema tiene que ser la tierra.
Es triste reconocer que para que exista un mundo sostenible tenemos que olvidarnos de fronteras y privilegios, generar una verdadera globalización y disminuir las diferencias en calidad de vida. Para ello está claro que somos demasiados si todos sumamos y nadie resta, los recursos que hay son los que tenemos…

Agua y aire de calidad para todos, una buena distribución de la población. Consumir alimentos de proximidad. Eliminar desplazamientos innecesarios y más teletrabajo para poder tener una mejor distribución de población en zonas urbanas y con menor concentración de movimiento en horas puntas.
Facilitar la utilización de energías renovables de manera cierta sin intereses detrás, permitir acumuladores para ser autosuficientes.
El coche eléctrico es muy bonito, pero poco sostenible a día de hoy si se tiene en cuenta que la infraestructura eléctrica no es suficiente para soportar un 100% de parque eléctrico. Las baterías actuales son costosas de reciclar.
No todo lo eco es 100%, no existe la emisión cero como valor absoluto. Es un negocio el tema de etiquetas verdes, es un reclamo, hoy es verde y mañana es roja. Fomenta un consumo, apoyado en que con el reciclaje se acaban los problemas, pero hay que ser realistas y entender que reutilizar aún es mucho más sostenible…
Somos humanos y todos cometemos errores y tenemos puntos débiles, pero hace falta una visión global para conseguir una mejora real. Cada uno aporta un granito de arena pero es mejor recogerla en sacos que con las manos para que vuele a la primera tormenta.

El coche eléctrico no se utilizará por el bien del medio ambiente, sino por miedo a que algún día se acabe el petróleo. 🙂
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Exacto, seguiremos con más interés por la economía que por el medio ambiente…
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