Siempre me ha gustado mirar a los ojos de las personas, a pesar de que es incómodo cuando se cruzan las miradas. Actualmente es la única expresión facial que nos queda para observar por las calles. Es difícil imaginar como se encuentran las personas sin la parte más importante en el primer contacto. Todo lo que no dices, muchas veces habla más tu expresión.
Alguien observador como es mi caso, necesita esas expresiones para alejarse de quién te impone miedo, entender todo el mensaje que te están diciendo.

Personalmente, esa falta de expresión me genera inseguridad. No tengo un olfato entrenado cómo un perro, mi instinto animal me lo han limitado.
Eliminar el lenguaje no verbal y la expresión facial es un refuerzo a esta sociedad que no tiene demasiada empatía.
Llega un punto en que aunque puede que seas un animal social, tú miedo te hace alejarte y buscarte en soledad para cultivar un amor básico para afrontar muchos problemas. Tú amor propio, valorar las cosas que haces bien, aceptar tus carencias.
No puedes huir toda la vida, por lo menos está sociedad no acepta ni quiere entender a los lobos solitarios.
Hay muchas ansias de huir, pero no todo el mundo puede estar solo, da miedo escucharte a ti mismo.

Respirar bien es básico, el oxígeno es el elemento que imprescindiblemente necesitamos. Hace años en un supuesto práctico en el colegio me salió una frase que se repite en mi cabeza muchas veces, afirmación pura y dura: El oxígeno es más importante que la comida. Así no te olvides de respirar, cuerpo y mente van unidos. El ritmo de vida y la propia presión que ejercemos a nosotros mismos, a veces nos hace olvidar respirar bien.
No es fácil tener un control de la respiración en la rutina diaria. Muchas disciplinas deportivas te obligan a controlar dicha respiración, es por ello que al finalizar te encuentras pletórico.
