Hoy es festivo en Barcelona, a mi me toca trabajar, sin tráfico el ritmo es mucho más relajado.
Jornadas así ayudan a sobrevivir en este mundo de locos. Poder liberar la mente y pensar un poco, tampoco demasiado que se sacan conclusiones equivocadas. No quiero entrar en pensamiento en bucle.
Mañana me toca hacer un extra, una batalla interna de hacer cosas que no quiero…
Me enfurece este sistema, pero no encuentro mi salida, simplemente no hay ninguna.
Fin de semana corto, menos tiempo de desconectar. Me siento orgulloso de mi capacidad de trabajo y mi capacidad de integrarme. Soy mi mayor enemigo, mi propio Judas.

La constante batalla de conseguir un poco de paz. Sensación de agotamiento, de no vivir la vida que te toca. Toca conformarse y pensar que siempre puede ser peor, sólo toca pulir detalles.
