No soy yo

Una semana dura, llena de fallos que demuestra que he perdido el equilibrio. Mucho madrugar, demasiadas horas de trabajo en un sector primario que no deja de ser otra fábrica más de este capitalismo salvaje.

Necesito vacaciones, volver a recuperar las ganas de hacer cosas. Ya se acabo la alegría de una nueva aventura laboral. Yo no estoy aquí para trabajar, he venido a vivir, el trabajo sólo es un mal necesario de los esclavos del dinero.

No me queda otra que seguir en este tren, pero cuando me apetece quiero cambiar de vagón.

Paisaje rural que me hace soportar mejor el paso de los días, aunque llega un punto en que también te apetece un buen sofá.

Tengo salud, pero los años pasan y cada vez me cuesta más tener un rato tranquilo. El tiempo vuela, la velocidad que llevamos hace que no se pueda frenar en seco, así que cuando te detienes ya toca arrancar de nuevo.

Los mejores sueños son los que tienes despierto, aunque cada vez me cuesta más, vivo demasiado pegado a la realidad.

Instantes que parece que se para el tiempo

Maldita experiencia que te hace recordar lo malo y olvidar lo que sentiste en esas primeras aventuras. Las sorpresas se vuelven más difíciles.

Y no hay nada más, con suerte envejeces y poco más. El camino esta marcado y soñar es de ricos. Optimismo y conformismo la receta de los ciudadanos normales.

A veces olvidas todo y te sientes como superman, cosa que alegra ciertos instantes. Alguna vez salen las cosas perfectas y disfrutas de esas pequeñas victorias.

Semana para olvidar a pesar de tener una buena meteorología

Un poco de negatividad para valorar las etapas positivas. No todo es blanco o negro, aunque reconozco que no soy mucho de grises…

Así de simple

Quiero ir, quiero vivir, quiero soñar, quiero volver a ser yo…

Mañana sale el sol y todo lo dicho queda para anécdotas. El negro pasa a blanco…