Recuerdos de partidas de futbolín en el bar de la zona de espera de taxis. Fueron muchas horas de diversión en época de mala economía. Un compañero decía estas palabras, aunque técnicamente no era muy bueno, conseguía despistar al rival. Era acertadas palabras, que necesitamos cuando no somos extraordinarios. Con seguridad y confianza se puede aprovechar muy bien unos conocimientos más justos.
Una gran persona, cantautor y de buena conversación en general. Hicimos un gran grupo en esa época de vacas flacas, la verdad es que eso es lo que me llevo por mi parte. Algunos fallecieron, pero los guardo en mi recuerdo para siempre. Tener alguien con quien conversar en las largas esperas, tiempo para conocer mejor a la gente. Sin prisa, todos trabajando, así que ningún problema por dejar una conversación a medias, a la vuelta se podía retomar.
De aquella época también guardo el recuerdo de muchos paseos a la playa, en solitario y con grandes amigos. Fue como el lema del Liverpool, nunca caminarás sólo.
Caminar para despejar la mente, los problemas puede que no se solucionen, pero se afrontan de otra manera.
Hay batallas que hay que dejar, no se puede vivir luchando constantemente. Cuando dejas de luchar te das cuenta de todo el mal que te hiciste por no escucharte. A veces no queda más remedio, pero hay que valorar si vale la pena.
Es de admirar esa gente que es capaz de vivir esa batalla constante, a veces olvidando los propios motivos a nivel individual.
Es mucho más fácil escribir del pasado, cuando las cosas se superan, se ha pasado página, pero no olvides que forma parte de la historia. No soy partidario de arrancar páginas a ti diario personal, puedes perder sentido a tú vida, quizás darte la impresión que perdiste el tiempo. Yo tengo claro que nunca el tiempo es perdido, que todo son experiencias y decisiones correctas en aquel momento, la perspectiva puede genera a veces ciertas dudas, es fácil olvidarse detalles.
Un rato de trabajo en modo espera bien aprovechado…
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