Hoy hace 3 años que falleció mi abuela, en unos días en que el mundo se volvió más loco y nos hicieron sentir miedo, mostrando el camino hacia el control total.
Un aniversario que me hace recordar cosas que yo no he olvidado, creo que es mejor recordar esa pequeña prueba que nos hicieron vivir por un virus de dudosa procedencia, creo que el tiempo me ha dado la razón y los escépticos de las versiones oficiales son más.
Cuando dudas de todo lo que ves, piensas que te manipulan, no tienes confianza en tu instinto.

A nivel personal, adaptado a lo que requiere esta sociedad, con trabajo casi hace 2 años, con cambio incluido. Muchas horas, para pensar poco, esperando al fin de semana cómo cualquier ciudadano de a pie y una vez más desconectado de las noticias para ser un iluso feliz.
Seguiremos con la década prodigiosa con precios por las nubes, guerra y para mi la más grave a nivel local es la sequía. No llueve en condiciones desde el lluvioso 2020. Reservas al mínimo y prefiero pensar que es un ciclo, pero las teorías de conspiración climáticas también las tenemos, miedo da saber algo más.

Rompiendo reglas en alguna ocasión para sobrevivir a este mundo tan bonito en el que sobran demasiados humanos.
Aunque a pesar de todo siempre es más fácil y agradable vender la cara amable de la vida, esos bares llenos y las colas de esta semana santa. Hemos salido una mejor sociedad de todos los acontecimientos de esta década. Con toda la ironía del mundo puedo estar de acuerdo con esas afirmaciones.
Tengo curiosidad por ver el mundo en 2030, preparado para ver y oír muchas tonterías. Esa gran sociedad moderna y eficiente con conexiones a internet hasta en el lugar más remoto del planet, felices comiendo gusanos.
Que jóvenes, guapos y sanos somos para poder trabajar hasta los 70, porque el trabajo es salud y dignifica.
Una sociedad libre, sin diferencias, todos igual de tontos para aplaudir por la esclavitud del siglo XXI.
Mucho sexo y poca natalidad. Sociedad desbravada que se asusta al ver una mamá dando el pecho a su bebe. Que a todos nos cuelga algo con los años y la gravedad.

Hace 13 años que vivimos en Centelles y de esa decisión no me arrepiento, también hace 4 años que deje el taxi y aprendido a entender que fue la decisión correcta. Semana llena de aniversarios, abril es mi mes favorito y por ello esta lleno de efemérides personales.
Falleció mi tía, descanse en paz tras años de enfermedad.
Por otra parte ha nacido mi primera sobrina, tengo pendiente dedicar una entrada.
Apuntes y reflexiones en el último día festivo de semana santa, un poco desesperado por la falta de lluvia y crítica social como es habitual.