Ayer encontré las minas de Centelles que hace tiempo que quería descubrir. Lo cierto es que el acceso no es fácil de encontrar incluso caminando muy cerca.
En mi búsqueda por internet descubrí otras minas obra de un proyecto de traer agua a Centelles.
Me vienen recuerdos de mi adolescencia buscando minas por Montcada, por aquellos entonces todo a base de sabiduría popular. Ahora la búsqueda es algo más fácil con buena cartografía y alguna reseña. Son lugares que tampoco despiertan demasiado interés, pero si hablas de ellos la gente se interesa.
Estos proyectos hoy en día son inviables, el uso del agua está controlado, perforar a la aventura ya no es habitual.
Aunque hay zonas que los pozos ilegales para cultivos extensivos está causando problemas.
En la Mancha, el famoso acuífero 23 ha sufrido mucha sobre explotación.
Doña Ana tiene graves problemas por la multitud de pozos ilegales.
He leído que por zonas de Málaga también hay destrozos por el cultivo del aguacate, por la extraordinaria necesidad de agua en una zona que por temperaturas es subtropical, pero no en precipitaciones. Esta de moda el aguacate y ha substituido cultivos de secano menos productivos.
Así que con esta humilde información que podemos ver en internet, me doy cuenta que el agua es el verdadero oro líquido, hace mucho que se especula con su control y creo que puede ser peor en un futuro.
Una de las obras más importantes para regar el norte de Libia y acabar con la escasez de agua en las grandes ciudades, un enorme río subterráneo de agua que encontraron buscando petróleo. Tras años de guerra, después de tener varias fases acabadas es abandonado y la escasez de agua sigue siendo el problema. El Sahara sigue, pero quizás también hay interés en que sea un desierto.
Sin ánimo de meterme en temas políticos mundiales, es un simple apunte de que la lucha por el poder siempre fue acompañada por el agua.


