
Un día cálido pero que las previsiones de tormentas no fallaron, pero básicamente fue a la vuelta en coche donde más precipitaciones vimos.
La primera parada fue en Castelltallat una sierra muy afectada por los incendios del 94 y 98 muy importantes en la zonas. Hay zonas que se han repoblado de pino y otras que el robledal va ganando su espacio poco a poco. El objetivo era ver las vistas desde el observatorio astronómico, construido al lado del castillo en ruinas con documentos de su existencia en el siglo IX.


La siguiente parada era el centro geográfico de Catalunya, un lugar que ya conocía en un día de invierno muy ventoso. Utilizando pistas asfaltas, caminos forestales, carretera en mal estado, vamos como uno quiera verlo, pero con un paisaje sin viviendas. Esa sensación de estar en una de las zonas más despobladas de Catalunya, sin ser Alta Montaña, ni tampoco un lugar tan inhóspito, pero esa tranquilidad y amplitud de vistas, con caminos transitables forma parte de su encanto.

El centro geográfico de Catalunya se encuentra en el sud de la Comarca del Solsonès en el termino de Pinòs, muy cerca del Santuario, con un restaurante aún ayer cerrado.


Nuestra siguiente parada en el Santuario del Miracle en otro diseminado núcleo de Riner. Lugar de culto muy cuidado donde se respira una paz especial.


De camino hacía nuestra última parada la lluvia hizo acto de presencia. Rodeando la capital de comarca, Solsona.
Fuimos al embalse de Sant Ponç, una maravilla de color turquesa, aunque goteando no se aprecia. Gente tomando un baño, nadando con la mochilas boya. Un lugar bien cuidado, con camping al lado, por ello bastante gente ayer Viernes.

Sombra y zonas de picnic, un rincón muy acogedor cerca de la presa por la que pasa la carretera.
Ya de regreso a casa la lluvia, niebla y truenos nos acompañaron prácticamente hasta casa. Un día bastante completo y muy tranquilo, sacándole partido a nuestra región sanitaria.