Una nueva amenaza

Hoy la noticia es Ucrania, una guerra que seguro que va a ser protagonista en las noticias una buena temporada. Se acabo el intentar ser científico, ahora toca pasar a ser experto bélico.

Siempre hay muchos intereses detrás de una guerra. Un conflicto que transforma el planeta en un gran tablero de juego de estrategia.

Ahora se olvidan de cuidar la casa

Todo pasa a segundo plano, intereses y poder que una vez más demuestran que el ser humano es el peor enemigo.

Es triste ver que no hemos evolucionado tanto, una vez más a solucionar los problemas al modo clásico y escribir la historia que interese al ganador.

Angustia social que se traslada a todo el mundo, temor e inseguridad

Un mundo que va demasiado rápido, es difícil adaptarse. Lo que hoy funciona, mañana queda obsoleto.

La tecnología camufla la realidad, es posible que nuestra evolución no exista.

Puentes para unir las dos orillas

En fin no soy ningún experto, pero tengo claro que pocas cosas pueden sorprender en esta decada.

Viviremos siempre con amenazas constantes que implican una gran dificultad en sentirse seguro y tranquilo.

La humanidad juega a ser dios, pero la madre tierra decide cuando puede llegar nuestro final.

Nuevas rutinas

El tiempo de escribir se acorta, la inspiración también, es cuestión de tiempo tener una cierta rutina.

Las restricciones del fin de semana tampoco ayudan demasiado a recorrer territorio. Soy una persona que conozco bien donde vivo, pero se que hay muchísima gente que ha necesitado este tipo de confinamiento para descubrir y sorprenderse con el propio entorno.

Conozco bastante bien estas montañas y su multitud de senderos

Valorar lo que tienes más próximo para mi es fundamental, tengo la suerte de vivir donde quiero, no soy un árbol que tenga raíces, así que me he movido hasta que encontrado mi hogar. Me siento bien donde vivo, además ahora trabajo en el mismo pueblo, así que aún mucho mejor…

Es bueno imaginar otro campo base para instalarse. En particular esta pequeña vivienda humilde en medio del bosque me encanta…

Encontrar el equilibrio, establecerse una rutina metódica, después ya vendrán los contratiempos y sorpresas.

Asumir que las cosas no siempre salen perfectas, pero hay ciertos días que se roza esta misma, para compensar otros días que acabas desesperado pensando que hiciste para merecer todo lo que toco.

Conocer nuevas personas, que en seguida reconocen tus virtudes, ese monstruo social con ganas de conectar con las personas. La nobleza que compensa a veces cierta torpeza y ratos en que te quedas atascado y no pides ayuda. Ganar confianza de las personas te ayuda a tener una mayor confianza y seguridad.

Crear ese nuevo entorno controlado, dónde vuelves a sentir seguridad y te ayuda a no generar pensamientos improductivos que te torturan.

Todo vuelve a fluir…

El mundo sigue fuera de Matrix

En estos tiempos tan confusos que vivimos en que cada vez es más claro que nada volverá a ser como antes.

A nivel personal me encanta ver pocos coches y poca gente en las calles, me podría acostumbrar fácil, siempre he sido una persona de pequeños grupos, las multitudes me agobian. Pero claro cuando Matrix pase, nos daremos cuenta que seguiremos siendo demasiados, volveremos a contaminar, las aglomeraciones, las colas. Tantos días de tranquilidad e introspección, nos hará más difíciles esas situaciones.

Soy una persona que bastante tiene con sus propios miedo, no creo en los miedos que me quieren imponer, lo siento soy egoísta y para problemas me bastan con los propios. No puedo ponerme a pensar lo peor, siempre pienso que todo saldrá bien, porque con el miedo no se va a ningún sitio.

Vas en coche cada día, no puedes pensar que vas a tener un accidente. Tampoco puedes pensar en accidentes laborales ni ponerte hipocondríaco y visitar un hospital para darte cuenta de todos los problemas que existen. Cada día fallece mucha gente por problemas cardiovasculares, cancer, accidentes…

Los hospitales nunca han sido un sitio bonito, una buena actitud ante la vida es una de las mejores medicinas.

Estar encerrado en casa, te baja el ánimo, intentar eliminar todas las bacterias te hace más débil. El sofá es el mejor camino hacia el cementerio, pero claro hay multitud de distracciones para olvidarlo. Pastillas que todo lo arreglan, pero te mueres poco a poco.

Vicios no demasiado sanos que ahora aumentan, fumadores que fuman más por la ansiedad de la situación pero salen con miedo a la calle con mascarilla y guantes para después fumar su droga, son números que compran para visitar el hospital…

No hay bares, pero el consumo de alcohol no baja, en casa para aislarse de la realidad.

Todo esto con aplausos y vecinos con aspiraciones de ser policías y criticar las nuevas malas conductas. Mira tú ombligo y crees que puedes seguir todas las normas, en un momento de tanta confusión, amparados por un virus de dudosa procedencia.

Aplausos a sanitarios que se dejan la piel, como siempre lo hicieron, ahora son héroes, cuando hace 4 días eran unos privilegiados.

La memoria y coherencia de esta sociedad es preocupante. Parece que todo el mundo está contento en casa, ya no hay revolucionarios.

Están acabando con el pequeño como hace tiempo que querían pero aplaudimos, desconcertados pero contentos viendo una serie en Netflix. Que divertido hacer deporte gracias a Instagram. Las videollamadas con gente que casi nunca hablas.

Tengo la sensación que con el miedo nosotros solos nos hemos puesto la correa el chip y el bozal, somos más sumisos que nunca. Como funciona el miedo, palabras que menciona una guerra contra un enemigo invisible, envueltas en falsa unión patriótica.

A nivel social hace tiempo que soy negativo, pero ahora esta situación me está demostrando lo fácil que somos manipulados.

Yo soy uno más en esta sociedad, por desgracia tampoco tengo mucho margen para cambiar las cosas, pero por lo menos siempre me quedarán las palabras para expresarme, el derecho a pataleta hay que ejercerlo.

Ahora están siempre acompañadas…


Lo siento si ofendo alguien por ponerme un poco ácido, nadie tiene la verdad absoluta, es una simple opinión, la mía.

Aunque soy obsesivo, mis opiniones pueden cambiar, pero hay ciertas bases que son rígidas. No me gustan los cambios, pero creo que en esta situación me voy a sentir más identificado con la sociedad porqué muchos ahora empiezan a conocer la ansiedad y el miedo a tener un futuro incierto. Han desmontado el mundo como lo conocíamos, yo desmonté el mío hace un año, me avance un poco, pero muchas de las cosas que suceden a mi ya me tenían inquieto. Ahora tengo menos, pero con esta situación me hace más fuerte, tengo menos que perder.
Ya se lo que es perder ilusión por la vida y sentirte perdido, llevo meses así, analizando fríamente esta situación global no cambia demasiado mi vida a nivel individual.
Sin metas, clara pero conociendo lo que realmente te ayudo a salir del pozo. Lo que te mantiene en vida, jamás renuncies a ello, aunque para ello te toque ser delincuente, tu vida esta por encima de cualquier ley, sin vida no hay normas, sin vida no hay miedo. No se puede tener miedo de vivir.

Sigue el camino de la vida…