Después de un verano eterno se agradecen unos días otoñales, no de Veroño, que seguro que vendrán más adelante. Temperatura agradable que permite aprovechar mejor las horas de luz.
Personalmente también me vienen cambios personales, dejaré los polígonos, para descubrir el mundo de las granjas. Se acabo el tráfico y las grandes urbes, paisajes más abiertos. Ruta más larga, con más contrastes meteorológicos, en invierno entrare en el congelador de la niebla.
Hoy una vez más por la inagotable fuente de excursiones del Berguedà.
Una ruta corta, así que he aprovechado a escaparme con el Rex por la via verde del Llobregat. A veces es agradable correr en plano.
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