Hoy es fiesta en Catalunya, un Domingo cualquiera de este agónico verano.
Mañana otra vez a trabajar, para ser cada vez más pobres. Crisis siempre para el trabajador que va para atrás hace años, encima ahora convertido en un problema global.
Emergencia climática y crisis energética, pero el sistema no puede parar, mucha etiqueta para seguir dependiendo del petróleo, ahora que el gas tiene su guerra estratégica.
Es difícil sobrevivir contento a todo esto, si lo consigues realmente es porque consigues aislarte bien, no escuchas el ruido, te haces ciego y sordo, francamente enhorabuena. Si estás muy arriba te salvas siempre y si ya estás en el suelo, te acostumbras y puedes ver cómo van cayendo mirando para arriba.
A pesar de todo hay muchas cosas buenas para disfrutar de este mundo, pero cada vez con más ruido y miedos que apagan las ganas de luchar por algo mejor de la sociedad.

Banderas para unir, aunque particularmente divide más que une. Un mundo que presume de no tener fronteras y ser libre, pero lleno de barreras y prejuicios que no dejan pasar pagina. La historia se repite, los mismos cafres de siempre, ahora con más información disponible, pero siempre leyendo entre líneas la historia para que encaje a su antojo.

Disfruta lo que puedas, no queda otra, pues los problemas y preocupaciones vienen solas. Miedo social, para un control cada vez más preciso. Una opinión social de que sólo hay un camino. Ese camino marcado, siempre es el mejor, no lo abandones porque nunca caminarás solo, aunque este te lleve al final…
