Ayer en un lunes festivo, la fiesta del trabajador que no es poca cosa, pude disfrutar de una siesta para resetear el sistema. Así que hoy mi mente amaneció muy desconectada, me dio la sensación de llevar más días sin trabajar.
Las ganas de lluvia que tenia encontraron satisfacción en este episodio tormentoso. 45,6mm en mi estación, con una tormenta local ayer por la tarde, de las buenas para un pueblo tan especial cómo Centelles para la lluvia. El fin de semana seguramente vuelvan las tormentas, parece que Mayo se va a portar mejor.
Punto y aparte, así de claro ya que el título de esta entrada no quería ser exclusivamente de meteo, así que seguramente hay previsión esta semana para hablar de ello.
Con los ojos cerrados yo mismo vivía una utópica realidad libre de estrés, sin ser perfecta, pero libre de agentes pertubadores, puro conformismo. Me falta léxico y capacidad de narración para describir esa surrealista realidad. Sin presiones, en un mundo lleno de empatía y sin tanta autoexigencia. Relativizar los fallos para vivir relajado.

De esta utopía para conciliar un sueño profundo y reparador derivo un sueño extraño pero en ese mismo ambiente que conozco perfectamente, aunque no sea capaz de compartirlo. Esa calma y sensación de tener todo bajo control, los problemas se esquivan cómo las balas de Matrix.

De esta siesta ha salido la brillante idea de fijar destinos en el maps, ya lo hacía con las granjas, así que ahora con los lugares que quiero conocer, ya no sólo están en mi cabeza.
Pequeños premios que uno se merece, refuerzo positivo directamente. A veces soy mi primer enemigo, pero he aprendido a reconocer el esfuerzo que supone adaptarse a este mundo no tan relajante cómo el de mi sueño.
Motivarse para seguir luchando y resignarse a luchar contra el despertador.
