Después de unas semanas con sensaciones de monotonía marmotiana, está semana espero el regreso del invierno para volver a notar el aire frío y llenarme de vida.

No hay que tener miedo de desear lo que no puedes controlar. Cuando llegan estos fríos tardíos el dilema de los meteofreakies es que disfrutamos de lo que es sufrimiento para muchos. No tenemos la culpa de que el invierno ha brillado por su ausencia durante semanas, así que ahora con el despertar de la naturaleza puede causar daños en la agricultura.
Pero el deseo de esa ración de frío que te da la sensación que te han robado, todo ello en un tiempo en que ya tienes la sensación de haber perdido demasiadas cosas el último año. Así que un poco de egoísmo te hace desear esa vuelta del invierno, frío y nieve para despedirte con buen sabor de boca de el.


A disfrutar de lo que venga que cuando estás en tú versión positiva todo sale mejor, no hay explicación para ello, quizás simplemente es que valoras de manera diferente las cosas.
